.jpg)
.jpg)
❞Los Patriarcas y Jefes de las Iglesias en
Al-Quds Jerusalén emitieron el viernes un llamamiento humanitario urgente, subrayando que la magnitud de la tragedia que se desarrolla ante el mundo en Gaza representa una flagrante violación de la conciencia humana y un desafío a los valores morales y religiosos, ya que se han perdido miles de vidas inocentes, comunidades enteras han sido reducidas a escombros, mientras que los niños, los ancianos y los enfermos se enfrentan a un sufrimiento indescriptible, en una escena que encapsula la crueldad de la tragedia que está soportando el pueblo de Gaza.
A la luz de este profundo dolor, la declaración expresó un rechazo categórico a lo que describió como el peligro inminente que representan las propuestas de desplazamientos forzados masivos, considerándolos un ataque directo a la dignidad humana y los derechos humanos básicos. El pueblo palestino en Gaza, cuyas generaciones han vivido en esta tierra durante siglos, no debe ser obligado a abandonar sus hogares, ni ser desarraigado, ni privado de lo que queda de su hogar, su patrimonio y su existencia en su tierra.
La declaración destacó la gravedad de la situación actual y destacó la importancia de apoyar las posiciones firmes adoptadas por Su Majestad el Rey Abdullah II, el Presidente Abdel Fattah El-Sisi y otros líderes que demostraron una posición clara y firme al rechazar cualquier intento de desarraigar al pueblo de Gaza de su tierra.
Los Patriarcas y Jefes de Iglesias elogiaron el papel desempeñado por estos líderes al alzar sus voces en foros internacionales, brindar ayuda humanitaria e insistir en la protección de los civiles en Gaza, subrayando que estos esfuerzos reflejan las más altas imágenes de liderazgo responsable que rechaza el desplazamiento forzado y la limpieza étnica bajo cualquier circunstancia.
Partiendo de esta posición moral y humanitaria, la declaración pide la liberación inmediata de todos los prisioneros de ambos bandos para que puedan regresar sanos y salvos a sus familias, y una acción decisiva de la comunidad internacional, los gobiernos y las personas de conciencia para detener la hemorragia humanitaria que se está produciendo en Gaza. No hay justificación para desarraigar a un pueblo entero de su tierra, y no hay nada que permita que esta tragedia continúe bajo ningún pretexto.
La declaración subrayó que la máxima prioridad debe ser abrir corredores humanitarios seguros sin restricciones ni obstáculos, para garantizar que la ayuda humanitaria urgente llegue a los más necesitados, subrayando que abandonar Gaza en este momento crítico es un abandono de nuestra humanidad común.
En medio de esta trágica escena, los patriarcas y jefes de las iglesias de Al-Quds Jerusalén llamaron a orar por los afligidos, los heridos y todos aquellos que permanecieron firmes en la tierra de sus antepasados.
La declaración concluyó con un llamado a establecer una paz justa que preserve la dignidad humana y garantice al pueblo de Gaza su derecho a permanecer en su patria, sin amenazas ni desplazamientos, subrayando que el mundo hoy debe decidir entre apoyar la justicia o contribuir con su silencio a la continuación de la injusticia.
