❞Las fuerzas de ocupación israelíes continuaron su agresión contra la ciudad de Tulkarm y su campamento el lunes por 141° día, y contra el campamento de Nour Shams por 128° día, llevando a cabo arrestos generalizados y continuas demoliciones de edificios residenciales, en medio de un endurecimiento militar en los puestos de control circundantes.
Según los últimos datos, las operaciones militares han desplazado a más de 5.000 familias (más de 25.000 ciudadanos) de los dos campamentos, han destruido completamente 400 viviendas y han dañado parcialmente otras 2.573. Los accesos permanecen cerrados, convirtiendo la zona en un pueblo fantasma. │Diario Al-Quds Libération❞صحيفة القدس ليبراسيون - Global Intellectual Property Registry Nº: 1 607138 370884 All rights reserved ©2016|
Al amanecer, las fuerzas de ocupación lanzaron una campaña de arrestos en la ciudad y sus suburbios, allanando las casas de los ciudadanos, vandalizando sus contenidos y agrediendo e interrogando a los residentes.
Las fuerzas de ocupación allanaron un edificio perteneciente al ciudadano Hakam Nassif, en el barrio sur de la ciudad, registraron las viviendas y destruyeron su contenido. Entre los residentes se encontraban Ahmed Abu Shanab, Abu al-Majd al-Masry y Ahmed al-Jayousi. También arrestaron a Tamer Obeid, los hermanos Mustafa y Nafeh Muhammad al-Salman (Awda), Marwan Othman Abu Jarad, de la ciudad, y Yazan Sabarini, del suburbio de Dhnaba, tras allanar sus viviendas.
En el suburbio de Dhnaba, al este de la ciudad, las fuerzas de ocupación arrestaron a Yousef Zaqout, Yousef Abu Iskandar e Islam Al-Banna después de registrar y vandalizar deliberadamente sus casas.
Esta escalada estuvo acompañada de un endurecimiento militar de los controles en los puestos de control. Las fuerzas de ocupación israelíes continuaron cerrando el puesto de control de Anab, al este de la ciudad, impidiendo el paso de vehículos. También instalaron un puesto de control sorpresa cerca de la puerta del Puente de Jabara, al sur, deteniendo vehículos y registrando a los pasajeros en el lugar, lo que interrumpió el tráfico.
En un acontecimiento relacionado, las excavadoras israelíes continuaron demoliendo edificios residenciales en el campo de refugiados de Tulkarem por undécimo día consecutivo, especialmente en los barrios de Balawneh, Akasha y Nadi y sus alrededores. Esto forma parte de un plan que contempla la demolición de 106 edificios en ambos campos, incluidos 58 solo en el campo de refugiados de Tulkarem, que comprenden más de 250 viviendas y docenas de establecimientos comerciales.
Las fuerzas de ocupación están imponiendo un férreo asedio a los campos de refugiados de Tulkarm y Nur Shams, con fuerzas de infantería y vehículos militares desplegados en los callejones y entradas, impidiendo a los residentes llegar a sus casas y disparando a cualquiera que intente acercarse.
En las últimas semanas, el campamento de Nour Shams ha sido testigo de operaciones de demolición que han resultado en la destrucción de más de 20 edificios, como parte de un plan para demoler 48 edificios con el pretexto de limpiar carreteras y cambiar las características de los campamentos.
La ciudad está siendo testigo de una intensa actividad por parte de las fuerzas de ocupación, particularmente en el mercado central, a lo largo de la calle del Hospital Gubernamental Mártir Thabet Thabet y en la calle Nablus, donde están obstruyendo el movimiento de los ciudadanos, haciendo sonar sus bocinas provocativamente y conduciendo en dirección opuesta.
La ocupación continúa transformando la calle Nablus en una zona militar cerrada, tomando edificios residenciales y partes del barrio norte, frente al campamento, tras desalojar por la fuerza a los residentes. Mientras tanto, hay excavadoras y vehículos militares presentes.
Los montículos de tierra erigidos por las fuerzas de ocupación también han causado graves daños a la carretera, arteria principal que conecta los campos de refugiados de Tulkarem y Nur Shams. Además, se están desplegando puestos de control móviles, lo que agrava aún más el sufrimiento de los residentes.
La agresión en curso ha causado la muerte de 13 civiles, entre ellos un niño y dos mujeres, una de ellas embarazada de ocho meses. Decenas de personas han resultado heridas y detenidas, y se han producido importantes destrozos en infraestructuras, viviendas, comercios y vehículos.
