❞Entre los escombros de las casas y el clamor del hambre, el bendito Eid al-Adha cae este año para el pueblo de la Franja de Gaza. Este es el cuarto Eid consecutivo que los residentes de la Franja pasan bajo el azote del genocidio perpetrado por las fuerzas de ocupación israelíes desde el 7 de octubre de 2023.
Entre las tiendas del sufrimiento y el sonido de los bombardeos, el cuarto Eid se asfixia bajo el fuego del genocidio, mientras el mundo permanece en silencio. │Diario Al-Quds Libération❞صحيفة القدس ليبراسيون - Global Intellectual Property Registry Nº: 1 607138 370884 All rights reserved ©2016|
El viernes 6 de junio de 2025 es una fecha que llegará para más de 2,4 millones de palestinos en Gaza sin alegría, sin decoraciones, sin sacrificios y sin siquiera ropa de Eid para los niños agotados por el asedio y el hambre.
Eid en las tiendas de la muerte
Las calles de Gaza se han transformado, pasando de ser entradas vibrantes y decoradas a campamentos ruinosos y destartalados, repletos de personas desplazadas.
La mayoría de las familias perdieron sus hogares por completo debido a los bombardeos israelíes y se vieron obligadas a vivir en tiendas de campaña que no ofrecen protección ni contra el calor del verano ni contra el frío del invierno, ni siquiera los elementos más básicos de la dignidad humana.
En medio de la hambruna sistemática, la carne y los dulces están ausentes de la mesa, e incluso el pan se ha convertido en un deseo inalcanzable en medio del asedio reforzado y la prohibición de las importaciones de alimentos.
Una catástrofe en curso
Nihad Abu Amsha, madre de siete hijos que ha sido desplazada varias veces del campamento de Jabalia, dice: «El Eid ha perdido su significado. Mi hijo se acuesta con hambre y se despierta con hambre. ¿Qué clase de alegría es esta? La guerra se lo ha llevado todo».
Añadió con angustia: «Llevo siete meses sin cocinar una comida completa. No hay agua ni comida. Vivimos con lo poco que podemos conseguir, si es que llega alguna ayuda».
En su tienda destrozada, que no la protege ni del frío de la noche ni de los proyectiles mortíferos, Nihad vive, como decenas de miles de personas más, en condiciones infernales.
El hambre está matando a los niños
Adel Shamiya, un desplazado de 79 años de Beit Hanoun, confirma que este Eid es “el peor de su vida”.
Dice: «Los niños mueren de hambre ante nuestros ojos. Sin agua, sin harina, ni siquiera esperanza. El Eid de hoy es la muerte en forma de días».
Según datos del Ministerio de Salud palestino, al menos 60 niños han muerto de hambre y desnutrición desde el comienzo de la agresión, debido al cierre de los cruces y la negación deliberada de alimentos y medicinas.
Es como la resurrección.
Las devastadas carreteras de Gaza están desprovistas de adornos este año. Los muros que antes lucían mensajes de felicitación han quedado reducidos a escombros. Los mercados están vacíos de compradores, los sacrificios brillan por su ausencia en las calles, y la alegría ha sido reemplazada por el miedo y el duelo.
La Franja de Gaza se ha convertido en una ciudad fantasma, sin más sonidos que los de la destrucción y los aviones de guerra, y sin más imágenes que las tragedias del desplazamiento y el hambre, y de niños que perdieron a sus padres y de padres que enterraron a sus hijos con manos temblorosas.
El deseo de quedarse y regresar
Aisha Abu Salah (72 años), una persona desplazada que vive en una tienda de campaña sin lo básico, dice con tristeza: «No quiero nada. Solo quiero volver a mi hogar, aunque tenga que vivir en su tierra».
Continuó: «El Eid fue una alegría, pero hoy es una catástrofe. No hay agua, ni comida, ni medicinas. Lo único que pedimos es sobrevivir».
Desde el inicio de la agresión, las fuerzas de ocupación han cometido una serie de masacres masivas, dejando más de 178.000 muertos y heridos, la mayoría niños y mujeres. Más de 11.000 personas siguen desaparecidas bajo los escombros, y miles más sufren una hambruna severa. Todo esto, en total desacato a las sentencias de la Corte Internacional de Justicia y a los llamamientos internacionales, ha sido objeto de una condena generalizada.
El Eid de este año en Gaza tiene más significados de muerte que de vida. No hay señales de alegría ni esperanza en el horizonte.
