❞Según un estudio publicado por el Instituto Israelí de Estudios de Seguridad Nacional (INSS), en un escenario optimista, el crecimiento económico per cápita disminuirá drásticamente este año, y en escenarios más pesimistas, la economía podría contraerse, recordando la severa recesión que siguió a la Guerra del Yom Kippur de 1973, que dejó a la economía israelí tambaleándose por las secuelas de la guerra durante aproximadamente una década.
Ahora, muchos analistas han ido más allá del término "década perdida" al describir el futuro de la economía israelí, creyendo que si el camino actual continúa, debería ser calificado como "el comienzo de un colapso estratégico". │Diario Al-Quds Libération❞صحيفة القدس ليبراسيون - Global Intellectual Property Registry Nº: 1 607138 370884 All rights reserved ©2016|
Déficit presupuestario sin precedentes y amenaza a la calificación crediticia
Se estima que el gasto militar derivado de la guerra podría superar el 10 % del producto interior bruto (PIB) de Israel para finales de 2025, incluyendo los costes operativos militares, las compensaciones internas, la reducción de la recaudación fiscal y el apoyo financiero a los sectores afectados. Expertos financieros han advertido que el creciente déficit presupuestario podría provocar una rebaja de la calificación crediticia de Israel, una preocupación ya planteada por agencias internacionales como S&P.
Mercado laboral en crisis; recursos humanos en primera línea
Tras la movilización masiva de las reservas del ejército, una gran parte de la fuerza laboral israelí ha sido retirada temporalmente del mercado, mientras que los ataques con misiles recíprocos y la inestable situación de seguridad han obligado a muchas empresas a cerrar, lo que no sólo ha reducido la productividad sino que también ha interrumpido la cadena de producción y exportación.
Inversiones en riesgo y la economía al borde de la recesión
Los inversores internacionales observan con preocupación los acontecimientos en la región, y algunos fondos de inversión extranjeros están revisando sus posiciones en el mercado israelí. Los analistas económicos creen que si los combates continúan, o incluso si la guerra cesa, pero persisten las incertidumbres geopolíticas, la economía israelí corre el riesgo de entrar en una recesión plurianual.
¿Una década de reconstrucción?
La CNN concluye su informe escribiendo: «Los efectos de la guerra, ya sean financieros, humanos o psicológicos, durarán años. Incluso si la violencia terminara hoy, reconstruir la economía de Israel requeriría tiempo, recursos y la pérdida de confianza». Los analistas afirman que, en el escenario actual, Israel está al borde de entrar en una «década perdida».
Guerra con Irán: un terremoto sobre el cadáver de la economía israelí
Si bien las consecuencias de la guerra de Gaza han dejado a la economía israelí estancada, con déficit presupuestario y fuga de capitales, los expertos internacionales advierten que la propagación del conflicto a la República Islámica de Irán podría tener un impacto devastador y un golpe estructural para la economía del régimen.
Basándonos en análisis económicos y de seguridad, una guerra directa con Irán –una potencia regional con gran capacidad misilística, cibernética y de inteligencia– podría tener como objetivo la infraestructura vital de Israel, incluidos puertos, refinerías, plantas de desalinización, aeropuertos y centros de comunicación, como vimos en los recientes ataques con misiles de la República Islámica.
S&P Global había anunciado previamente que los daños en tres terminales petroleras en Haifa, Ascalón y Eilat, y la retirada de la producción de dos importantes refinerías, habían afectado la infraestructura energética de Israel. Ahora, los analistas creen que la intervención directa de Irán en la confrontación militar no solo agravará la crisis energética, sino que también provocará el colapso de toda la estructura económica y de seguridad del régimen sionista.
Desde la perspectiva de los mercados financieros, la extensión de la guerra a Irán implicaría un drástico aumento del gasto militar, inestabilidad en las políticas monetarias y fiscales, una rápida fuga de capitales y una pérdida de confianza entre los inversores extranjeros. En tales circunstancias, la continuidad de las operaciones de empresas internacionales en Israel también estaría en duda.
Además, dada la alta densidad de población y la falta de profundidad geográfica estratégica, los continuos ataques con misiles podrían provocar una nueva ola de migración inversa, desempleo generalizado y un colapso en la cadena de suministro de bienes y servicios públicos. Centros de investigación israelíes han advertido que, si el conflicto se intensifica y se convierte en una guerra a gran escala con Irán, la economía israelí no solo entrará en recesión, sino también en una fase de colapso de infraestructura.