Año:9 Nº:1456
22 de Safar de 1447 AH 16/08/25
.

El proyecto sionista de colonización hacia la mezquita Al-Aqsa




El investigador de asuntos de Al-Quds Jerusalén, Ziad Buhais, afirmó que las autoridades de ocupación han trascendido las divisiones temporales y espaciales de la Mezquita de Al-Aqsa, alcanzando la etapa de una "subyugación religiosa total", imponiendo rituales bíblicos y estableciendo una identidad judía para el sitio. Esto forma parte de un proyecto político-religioso coordinado que busca remodelar la geografía sagrada de Palestina e imponer hechos definitivos que excluyan la presencia islámica y árabe.

En una entrevista publicada por el sitio web Palestine Online, Buhais explicó que lo que es más peligroso que el control y la dominación es el proyecto de "reemplazo religioso", que va más allá de simplemente someter a Al-Aqsa al control, hasta el esfuerzo de eliminar la mezquita en sí y construir el llamado "Templo" sobre sus ruinas.

Explicó que este proyecto, a pesar de su dimensión temporal y sus complejidades, avanza con pasos mesurados para transformar Al-Aqsa de un santuario puramente islámico a un "santuario compartido", a través de tres caminos integrados: la división temporal, la división espacial y el establecimiento espiritual del templo a través de rituales bíblicos.

Buhais señaló que la ocupación, sobre el terreno, ha logrado imponer una identidad religiosa judía paralela a la identidad islámica de Al-Aqsa, lo que significa una transición del umbral de la judaización a etapas más avanzadas y peligrosas.

En su lectura de la dimensión política, señaló que Al-Aqsa se ha convertido en un símbolo de la "fase decisiva" anunciada por el ministro sionista extremista Bezalel Smotrich en 2017, el mismo año en que el presidente estadounidense Donald Trump anunció su decisión de trasladar la embajada de su país a Jerusalén ocupada.

Este período fue testigo de una serie de enfrentamientos fundamentales, comenzando con el levantamiento de Bab al-Asbat, luego el levantamiento de Bab al-Rahma, la Batalla de la Espada de Jerusalén, las batallas de Itikaf y, finalmente, la “Inundación de Al-Aqsa”.

Buhais cree que cambiar la identidad de la santidad religiosa allana el camino para cambiar la identidad de la tierra, la soberanía y la política, porque la Mezquita Al-Aqsa constituye el nodo más sensible en el conflicto de identidad y se encuentra en el corazón de la batalla por la existencia palestina.

El Arco de la Judaización desde Hebrón hasta Belén

Según Buhais, el proyecto sionista se extiende más allá de Al-Quds Jerusalén, tomando Hebrón como modelo avanzado de colonización religiosa. Lo que ocurre en la Mezquita de Ibrahimi y la expansión de los asentamientos al sur de la Cisjordania ocupada hacia Al-Quds Jerusalén reflejan un intento de forjar lo que él llama un "arco de judaización" que conecta las ciudades centrales de la narrativa bíblica: Hebrón, Belén y Al-Quds Jerusalén.

El objetivo no es sólo obtener el control geográfico, sino también cambiar la identidad simbólica del lugar y transformarlo en parte de la "geografía sagrada judía", allanando el camino para desplazar el centro de gravedad de la costa al interior palestino.

A nivel de política institucional, Buhais afirma que el proyecto sionista hacia la mezquita Al-Aqsa ya no es simplemente obra de grupos extremistas, sino que se ha convertido en una política oficial del Estado profundo en "Israel".

Este proyecto está siendo adoptado por el Partido Likud, así como por el sionismo religioso, y está siendo perseguido por el Shin Bet, la policía, el ejército y los tribunales, todos en concierto con las organizaciones del "Templo" que encabezan las incursiones y hacen cumplir los rituales.

Rituales bíblicos fijos

El investigador jerosolimitano señala que el ejército de ocupación ha comenzado a tratar la mezquita Al-Aqsa como parte de su doctrina de movilización, con las banderas del "Templo" ondeando en los tanques y los símbolos del "Mesías Salvador" impresos en los uniformes militares, en una escena que refleja la completa interpenetración de la Torá y el Estado.

En este contexto, señaló que la ocupación busca imponer "rituales religiosos fijos" en fechas específicas durante las festividades judías como medio de establecer la identidad bíblica del sitio.

Desde el asalto del Eid al-Adha en 2019, la ocupación prácticamente ha comenzado a consolidar estos rituales, lo que equivale a establecer una "soberanía simbólica legal", aunque ilegítima en el sentido internacional. En este punto, Buhais enfatiza que la ocupación, a pesar de su monopolio de la fuerza, sigue siendo ilegítima, y que la verdadera soberanía requiere reconocimiento internacional y popular, algo de lo que carece la entidad sionista en Al-Aqsa. Por lo tanto, reconocer cualquier soberanía sionista sobre la mezquita constituye una traición al principio de resistencia.

No queda otra opción que afrontar

En cuanto a las posturas regionales e internacionales, Buhais describió el silencio ensordecedor sobre las violaciones en Al-Aqsa como resultado de un fracaso histórico del régimen árabe oficial establecido tras la Primera Guerra Mundial. En su opinión, este régimen no logró repeler la agresión sionista ni gestionar el desarrollo interno. Cuando la gente se rebeló contra él, respondió con represión y la aniquilación de la conciencia.

Hoy, este régimen considera cualquier intento de revivir el desafío sionista como una amenaza a su existencia. Por lo tanto, se opone a la resistencia y pone en duda los levantamientos populares.

  │Diario Al-Quds Libérationصحيفة القدس ليبراسيون - Global Intellectual Property Registry Nº: 1 607138 370884 All rights reserved ©2016|

About .