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❞Mientras se prolonga la guerra impuesta contra la República Islámica de Irán, el asediado régimen israelí está buscando acceso a las reservas de misiles estadounidenses en la región, según dicen fuentes informadas.
Al mismo tiempo, también subrayan que el programa sigue siendo totalmente pacífico, a pesar de las afirmaciones occidentales infundadas y sin fundamento utilizadas como pretexto para presionar a Irán. │Diario Al-Quds Libération❞صحيفة القدس ليبراسيون - Global Intellectual Property Registry Nº: 1 607138 370884 All rights reserved ©2016|
Según información , el régimen israelí está trabajando activamente para garantizar que cualquier posible ataque de represalia iraní contra bases estadounidenses en la región resulte en una participación “directa y seria” de Estados Unidos en la guerra en curso.
Las fuentes afirman que la participación a gran escala de Estados Unidos en la actual guerra impuesta es precisamente lo que el régimen de Netanyahu está impulsando para aprovechar el armamento estadounidense avanzado estacionado en la región para atacar la vasta infraestructura de misiles y drones de Irán.
Estados Unidos ya ha estado involucrado en la agresión israelí contra la República Islámica, desde las etapas de planificación hasta la ejecución, pero Washington finalmente lo hizo público en la madrugada del domingo después de atacar las instalaciones nucleares pacíficas de Irán.
Los ataques a las instalaciones nucleares de un país signatario del Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP) constituyen una clara violación del derecho internacional y de las Convenciones de Ginebra, como afirman expertos y observadores internacionales.
Según fuentes bien informadas, la entrada formal de Estados Unidos en la guerra se produjo tras reiteradas peticiones del régimen de Netanyahu y presiones de grupos de presión sionistas en Estados Unidos.
Poco después del ataque, el expresidente estadounidense Donald Trump recurrió a las redes sociales para reivindicar la responsabilidad. En un discurso a la nación, afirmó que el objetivo de los ataques contra las instalaciones nucleares de Isfahán, Natanz y Fordow era "la destrucción de la capacidad de enriquecimiento nuclear de Irán".
Los funcionarios iraníes, sin embargo, sostienen que el daño fue limitado y que ninguna agresión externa puede desmantelar el programa de enriquecimiento nuclear autóctono del país.
